Friday Bloody Friday
"Camino del trabajo, todos los días. La rutina me ha botado el miedo a subirme a uno de estos camiones verdes.
¿Qué será que no viene? Debo llegar rápido, antes que la portera, aún no puedo pagar. Estoy harto de esos cobros."
El bus se detiene y junto a Tránsito suben 3 más. El humo de la maquinaria entra con ellos e infecta todo recóndito aroma en el ambiente.
- Hola vecino, ¿no me recuerdas verdad? Llevo 3 meses fuera.
- No sé. ¿No eras tú el tipo que solía somatar la pared al medio día?
- Si, y te lo dije. Era por mi profesión. Mientras más te entrenas para algo, mejor eres.
- 3 meses fuera... Y ahora estás de regreso. ¿Eso significa que, de nuevo, no me dejarás dormir los fines de semana?
- Bueno, mira que para mi también es un gusto encontrarme contigo y no, no te preocupes, ya no trabajo de lo mismo. O más bien, si lo hago, pero de una manera diferente. El hecho es que no te molestaré.
- No te sientas hombre. ¿Dime si como vecino te he perturbado alguna vez?
- Pues, no. De hecho, solía disfrutar la música que ponías por las noches, me ayudaba a dormir. ¿Qué sucedió con eso? No la he oído en toda esta semana.
- Harto como siempre de los cobros por el cable decidí suspender el uso de mi televisión. No veo más tele, no pago más el cable y me ahorro la sensación en las calles de que cada operador vestido de azul llegará a aporrearme por no pagar.
- Mmmmm... puess, me parece, me parece bien.
Llegando a la parada de la plaza de las Albúminas se bajan ambos y sube cada quién a su apartamento sin dirigirse otra palabra.
"Ahora, el fin de semana. No tardan en escucharse la farra de abajo y los gritos de todos los viernes que irritan al músico de enfrente."
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