Las Cuevas de Tránsito

La vida de Tránsito Cuevas.

Tuesday, October 17, 2006

Despertar

“Y es que no entiendo. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué nos dejaste? No es que no hayas dicho adiós, es el hola el que me hace falta.”

Ella lo ve, permanece muda, no contesta. Con su faldón café y su chal blanco ella parece sonreír pero su rostro se enrojece y sus cejas se doblan hacia adentro. Ríe, una risa resonante, una risa fuerte, una risa muerta.

Al sonar el despertador, entre lágrimas, se sube de nuevo en la cama para tratar de continuar la visión perdida. Un recuerdo inventado de una madre ausente. Tras unos minutos de desesperación se resigna a continuar despierto. Todavía, con la modorra del ensueño, coge el teléfono y marca.

- El Heraldo buenos días, le atiende Alberto.

- Buenos días. ¿Se encontrará Francisco Cuevas?

- No caballero, el no trabaja aquí.

Y molesto, por no recordar la muerte de su padre, cuelga violentamente el auricular.


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